Las nueve nobles virtudes
La fe Ásatruar tiene unos principios de comportamiento claros, basados en las nueve nobles virtudes. Estas son Coraje, Verdad, Honor, Fidelidad, Disciplina, Hospitalidad, Laboriosidad, Confianza y Perseverancia. A continuación explicaremos brevemente en que se basa cada una de ellas.
Coraje: “Tengamos siempre el coraje para afrontar los obstáculos de la vida. Y tengamos el coraje para reconocer quienes somos.” Básicamente, el coraje es aquello que nos empuja a actuar siempre como debemos, a proteger a los nuestros, a no temer el “que dirán”. Nos da el valor de ser nosotros mismos.
Verdad: “Seamos siempre sinceros con nuestros seres queridos y con nosotros mismos. No caigamos en el abismo de la mentira.” Debemos buscar la verdad incluso cuando esta sea difícil de asumir. Di siempre la verdad o mantente en silencio. Defiende la verdad de todos aquellos que esparcen la falsedad.
Honor: “Tengamos el honor de reconocer lo valeroso en nuestro enemigo. No odiemos, pero seamos como serpiente y digamos al mundo: No te me pares encima.” El honor nos enseña a reconocer siempre el mérito, ya sea propio o ajeno. A ser respetuoso, pero no sin límite, ya que el honor también nos enseña que debemos ser respetados ante todo. Y si el motivo es honorable, luchemos por el, no importa lo que los demás piensen, si es justo, alcánzalo. Hay que recordar que el mejor trofeo es poder mirarse en el espejo.
Fidelidad: Seamos Fieles. No solamente seamos fieles en nuestras vidas amorosas. Seamos fieles con el Aesir y con el Vanir, con el hermano en el Kindred y con el amigo que nos respalda. No traicionemos por la espalda. Seamos Fieles a nosotros mismos y a nuestras ideas.
Disciplina: Disciplina para trabajar y disciplina para luchar. Nacimos sin querer y moriremos sin querer, vivamos al menos como queramos. Pero siempre seamos disciplinados. Seamos organizados, rectos y constantes.
Hospitalidad: Ser hospitalarios con nuestros hermanos asatruar, siempre. Pero no sólo con ellos. Hospitalidad con el viajero, con el cansado y con el sediento. Hospitalidad con el amigo del amigo, con el compañero, y con quien lo necesite. Ser hospitalario, pero no dejándose pisar nunca.
Perseverancia: Si hemos comenzado una lucha por conseguir algo, seguid hasta lograrlo. Las batallas se pueden perder, pero mientras no nos rindamos, la guerra podrá ser ganada. Nunca desfallecer, y si por desgracia lo hacemos, tener la fortaleza de volver a levantarnos.
Confianza: Debemos saber confiar en el prójimo. Saber contar con los demás, pues el camino debe ser recorrido en comunidad. El lobo solitario muere, pero el que se mantiene en manada prevalece. Pero atentos, pues la confianza es un regalo valioso, y no se le debe dar a cualquiera.
Laboriosidad: Trabajad. El esfuerzo es el único camino al éxito, y es el único medio de obtener la dignidad. El trabajo, ya se sabe, dignifica. No dejaros embaucar por la vagueza.
Todas estas virtudes son difíciles, pero ninguna meta que se precie tiene un camino sencillo. Y los dioses sólo dan las batallas difíciles a sus mejores guerreros.