Dios Heimdall
Heimdall era el dios nórdico de la luz, el amanecer y la vigilancia. Era conocido por sus sentidos agudos y su capacidad para ver y oír todo lo que sucedía en los nueve mundos. Era el guardián de la entrada al puente arcoíris Bifrost, que conectaba Asgard con Midgard, el mundo de los mortales.
Se decía que Heimdall tenía una gran rivalidad con Loki, el dios de la travesura. En una ocasión, Loki disfrazado de mujer sedujo a un gigante para robar una joya preciosa llamada Brisingamen. Heimdall descubrió la travesura de Loki y lo persiguió hasta una cueva donde se escondía. Allí lucharon en forma de animales y Heimdall logró recuperar la joya.
En la batalla final del Ragnarok, Heimdall lucharía contra su archienemigo Loki y ambos morirían en combate. La historia de Heimdall es vista como un recordatorio de la importancia de estar alerta y vigilante en todo momento para proteger lo que es importante.
Además de su papel como guardián y vigía, Heimdall también era considerado como el dios de la música en la mitología nórdica. Se decía que podía tocar la trompeta Gjallarhorn, que sonaba tan fuerte que podía ser escuchada en todos los mundos. La trompeta se usaba para convocar a los dioses y anunciar el comienzo del Ragnarok, la batalla final entre los dioses y los gigantes. Heimdall también era conocido por su gran fuerza y habilidad en la lucha, lo que lo convirtió en un guerrero formidable en el campo de batalla.