Nacimiento de loki
La sangre regaba sus pies, sangre que daba alimento a sus hijos, una sonrisa perversa asomó en su rostro, sabedor de la traicion que marcaba su nombre.
Odín despertó de su visión en el Hliðskjálf, en los ojos de hielo de un animal, vio su propio fin.
Frigg alzó la vista hacia Jötunheim;
Veo una oscura cueva de paredes heladas, en su interior, una mujer está sufriendo los dolores del parto. Se llama Laufrey, la frondosa. Diría que es una diosa, pero no estoy segura, no consigo verla…
-¿que ocurre ahora? Dijo Odín
-Laufrey grita de dolor. Ha alumbrado un bebé sano y muy hermoso, que recoge en sus brazos. Pero algo ocurre… El padre es un gigante al que llaman Farbauti, el que golpea peligrosamente. Fue su semilla quien lo concibió, pero por alguna razón la madre se niega a darle su nombre a su hijo, se llama Loki Laufreyjarson.
Frigg preocupada, le pregunta a Odín que es lo que tanto le aflige.
Odín acarició el plumaje de sus cuervos con preocupación…
La chispa del caos acaba de prenderse. Esa criatura traerá el desequilibrio, no parece gran cosa pero hasta la pavesa más insignificante puede encender un fuego que lo consuma todo. Pero… ¿que fuego puede resistirse al gobierno del Padre de todos? Dijo Frigg; Si una llama lo amenazara, tomaría ese fuego para doblegarlo bajo su voluntad, lo pondría a su servicio.
Un niño recién nacido no puede ser una amenaza para nadie, insistió Frigg, decís que traerá el desequilibrio, pero quizás una intervención podría ser la causa.
“Vive ahora Loki Laufreyjarson, crece y disfruta de tus primeros inviernos, después veremos de qué modo ha prendido esa chispa que llevas en tu interior”, concluyó Odín.
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